Santa Cruz, Bolivia. Bolivia marca un hito en su industrialización con la inauguración del Complejo Siderúrgico del Mutún, un proyecto que busca reducir la dependencia de las importaciones de acero y fortalecer el sector productivo nacional. La planta, ubicada en Puerto Suárez, Santa Cruz, tiene la capacidad de cubrir hasta el 50% de la demanda interna de este material esencial para la construcción y otras industrias.
El gobierno destacó que la inversión en el complejo asciende a más de $us 500 millones y que su puesta en marcha permitirá fabricar anualmente 200.000 toneladas de acero en forma de barras corrugadas y alambrón. Esto no solo ayudará a sustituir importaciones, sino que también fomentará la generación de empleo, con cientos de puestos de trabajo directos e indirectos previstos.
El proyecto enfrentó múltiples retrasos desde sus primeras fases, pero ahora el gobierno asegura que Bolivia podrá reducir significativamente su gasto en importaciones de acero y avanzar hacia una mayor autosuficiencia en la producción de materiales estratégicos. Además, se ha anunciado que en el futuro se podría ampliar la capacidad de la planta para cubrir la totalidad de la demanda nacional e incluso generar excedentes para exportación.
A pesar del optimismo oficial, el proyecto no ha estado exento de críticas. Algunos sectores han cuestionado la transparencia en su implementación y la sostenibilidad de su operación a largo plazo. Sin embargo, el gobierno defiende la iniciativa como un paso crucial hacia la industrialización del país.