Jesuitas

Las víctimas de abuso sexual eclesial rechazan que jesuitas ‘intenten lavarse las manos’

La Comunidad Boliviana de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesial (CBS), a través de un pronunciamiento, rechazó este lunes que las actuales autoridades de la Compañía de Jesús en Bolivia “intenten lavarse las manos o aparecer como paladines de la justicia”. “La Fiscalía del Estado reabre el caso de Luis María Roma, no porque la Compañía de Jesús se lo vaya a urgir; sino por imperio de la verdad, develada por una rigurosa investigación periodística de El País, que duró cerca de un año, y porque aparecieron las víctimas, dispuestas hoy a judicializar su testimonio”, señala parte del comunicado. Agrega que “las acciones negligentes, indolentes y nefastas” a las que hace referencia el comunicado de la Compañía de Jesús “no son sólo responsabilidad de quienes estuvieron a cargo de atender las denuncias de abusos sexuales… sino son responsabilidad institucional, pues se evidencia que conocían el caso: el ex provincial y ex delegado de ambientes seguros Oswaldo Chirveches; el acusado de abusar de niñas en el internado Juan XXIII, Carlos Vilamil Olea, y el superior de Lucho Roma, Arturo Moscoso, y no lo denunciaron a la justicia ordinaria, configurando omisión y encubrimiento institucional”. Ante ello, la CBS solicita a la Fiscalía del Estado prohibir “el funcionamiento de una comisión, a la cabeza de la delegada de Ambientes Sanos y Seguros de la Compañía de Jesús, que contacte a las víctimas del caso Roma, pues se corre el riesgo de acciones de amedrentamiento, cooptación, revictimización, y para evitar que usurpe funciones exclusivas del Ministerio Público, la Fiscalía y la Policía, conduciendo a la impunidad de los victimarios y encubridores”. También ante las afirmaciones de la Compañía de Jesús que “no protegerá a nadie”, les pide que “cumplan su palabra y denuncien ante la  Fiscalía a los jesuitas Oswaldo Chirveches e Ignacio Suñol, por encubrir y encajonar durante años la información y los archivos del caso Roma». Añade “denunciamos el encubrimiento de Luis Palomera, hacia Lucho Roma, pues era su mano derecha y las denuncias son de antigua data. Denunciamos a Marcos Recolons por haber destinado a Charagua a este pederasta, sabiendo  que era un perpetrador con antecedentes en el hogar de niños huérfanos de Tacata; a Antonio Menacho y Ramón Alaix, por haberlo protegido en un colegio de Sucre, otorgándole nuevamente trabajo con niños de primaria y haberlo cobijado en la comunidad chuquisaqueña, para que tenga su guarida con las fotos y archivos de sus abusos, sabiendo que había mellado la dignidad del pueblo guaraní y de los pueblos indígenas de Bolivia”. Fuente: La Razón

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Jesuitas admiten que hubo acciones «negligentes, indolentes y nefastas» y piden reabrir el caso Roma

La Compañía de Jesús señaló este lunes que hubo actuaciones «nefastas» en anteriores gestiones, porque no denunciaron los abusos de sacerdotes, como los de Luis Roma. Por ello, pidieron a la Fiscalía reabrir la investigación. “Reconocemos con profundo pesar que las actuaciones de quienes estuvieron a cargo de atender las denuncias de abusos sexuales a niñas, niños y adolescentes y actuar en favor de las víctimas fueron negligentes, indolentes y nefastas, sin colocar en el centro de su interés a las víctimas, por lo que quienes obraron de esa manera deberán hacerse responsables de sus acciones en el manejo de tales situaciones, según establezca la justicia boliviana en el marco del debido proceso”, señala en un comunicado. Ayer, un reportaje del diario español El País reveló que Luis María Roma, de acuerdo a su diario manuscrito, cometió abusos sexuales a niñas indígenas en particular de la región de Charagua, donde llegó como misionero, asimismo en los Yungas, en Trinidad Pampa, cuando viajaba a la zona. El sacerdote no solo describió los hechos que cometía, sino sacó fotografías y filmó a las niñas generalmente entre ocho y 11 años, a las que se acercaba por su condición de cura y con esa confianza los padres y madres le permitían pasar tiempo con sus pequeñas. Los abusos fueron cometidos entre 1998 y 2002, admitió el propio Roma. “Poco después de que los investigadores eclesiásticos bolivianos entrasen en la habitación del jesuita español Luis María Roma Pedrosa, las fotografías de decenas de niñas semidesnudas aparecieron por todos los rincones: entre las páginas de los libros, en su agenda personal, del interior de las carátulas de los discos, de los cajones del escritorio, del disco duro de su ordenador”, reseña El País. La Compañía de Jesús señaló que “las actuales autoridades a cargo del gobierno de la Compañía de Jesús en Bolivia tenemos la obligación moral de no obrar como se hizo en el pasado, digno de enérgica condena. Por ello, además de haber materializado su colaboración con las investigaciones que lleva adelante el Ministerio Público presentando denuncias ante esa instancia con la documentación con la que se contaba, en un línea de absoluta transparencia para que se conozca la verdad de los hechos, urgimos a la Fiscalía del Estado a reabrir el caso del jesuita catalán Luis María Roma y los que considere oportunos”. Además, se ha instruido que una comisión, a la cabeza de la delegada de Ambientes Sanos y Seguros, profesional laica y psicóloga, “inicie de inmediato la labor de contactar a las víctimas del caso Roma, y otros más denunciados, para establecer con ellas la mejor forma de atención a su situación particular”, añaden en el comunicado. Fuente: Los Tiempos

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Exalumnos denuncian al provincial de los jesuitas por casos de pederastia

La Asociación de los Exalumnos del Internado Juan XXIII presentó una denuncia penal en contra del provincial de la Compañía de Jesús, Bernardo Mercado, por los delitos de presunto encubrimiento de los abusos sexuales La Asociación de los Exalumnos del Internado Juan XXIII presentó una denuncia penal en contra del provincial de la Compañía de Jesús, Bernardo Mercado, por los delitos de presunto encubrimiento de los abusos sexuales y otros que cometieron algunos eclesiásticos en contra de menores de edad en los años 80 y 90. La institución religiosa, por su parte, a través de un comunicado, rechazó el proceso judicial y señaló que los delitos son personales.  El abogado de los exalumnos José Luis Gareca informó que la denuncia contra el jesuita fue presentada el pasado lunes en la Fiscalía de Cochabamba. “Los anteriores procesos fueron iniciados por la misma Compañía. Se han puesto en el papel de víctimas con el objetivo de inviabilizar la querella, porque van a decir: ‘Ya están muertos’ y el delito prescribe. Siendo delitos de lesa humanidad estos no prescriben, se convierte a los cómplices en autores y, por eso, ahora estamos denunciando al provincial Bernardo por el delito de violación”, dijo Gareca. Añadió que se tomó esta decisión, porque “no han actuado, han sido cómplices, han encubierto estas acciones, por lo que debe asumir su responsabilidad como máxima autoridad de la Compañía de Jesús que sabiendo sobre los abusos no hicieron nada”. En abril el diario del jesuita Alfonso Pedrajas, el padre “Pica”, salió a la luz en un medio escrito de España. Mediante este se descubrieron los abusos sexuales a más de 85 estudiantes del Juan XXIII. Por su lado, el vocero de los exalumnos, Ilarión Baldivieso, mostró su preocupación, debido a que transcurrieron cinco meses y no hay avances investigativos en los casos de Cochabamba, Sucre y otros departamentos. “Se ha presentado una querella contra el padre Bernardo Mercado, porque hubo bastante encubrimiento en estos hechos de la pederastia que se fueron manifestando a través de la historia del Juan XXIII, de los casos en otros internados, como en Sucre y otros lugares. Queremos que esto se esclarezca y ahí la justicia ordinaria tiene que poner todas sus atribuciones. Nosotros no podemos permitir la justicia canónica de la Compañía de Jesús”, aseveró. La asociación de exalumnos protestó ayer en puertas del templo Compañía de Jesús para exigir justicia para las víctimas. Respuesta de los jesuitas La Compañía de Jesús emitió un comunicado en el que cuestionó la postura de los exalumnos: “Rechaza enfáticamente la atribución de responsabilidad que pretende afectar a la institución”. En el comunicado afirmó que la Compañía de Jesús presentó toda la información y documentación que le fue requerida. Sin embargo, consideró que en algunos casos hubo excesos, como cuando se realizaron cuatro allanamientos en un solo día. En tanto, la abogada de la Compañía de Jesús, Audalia Zurita, indicó que la denuncia no tiene ni pies ni cabeza. Dijo que se defenderán contra cualquier denuncia y se presentarán donde los citen. “El padre Bernardo Mercado se defenderá donde corresponde si es que lo convocan. No creo que esa denuncia prospere en el Ministerio Público, porque como le digo técnicamente no tiene ningún avance técnico”, dijo.   CRONOLOGÍA DE LOS ACONTECIMIENTOS 30 de abril Sale a la luz diario del padre “Pica” El periódico El País de España publicó el diario del cura Alfonso Pedrajas, en el que relata los abusos sexuales que cometió contra 85 estudiantes. 21 de junio Diario de “Pica” llega a Bolivia La copia del diario del padre “Pica” fue enviado mediante un courrier a la Compañía de Jesús y luego fue entregado a la Fiscalía General. 18 de julio Audiencia de comparación  Se realizó una audiencia de comparación del diario de “Pica” en la Fiscalía del Instituto de Investigaciones Forense (IDIF). 2 de octubre Denuncia contra la máxima autoridad Los exalumnos del Juan XXIII formalizaron una denuncia contra la máxima autoridad de la Compañía de Jesús en la Fiscalía de Cochabamba. Fuente: LOS TIEMPOS

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Exalumnos del Juan XXIII demandan a jesuitas por parón del proceso por abuso sexual; la congregación rechaza las acusaciones

Este martes 3, en la ciudad de Cochabamba, los exalumnos del colegio Juan XXIII presentaron una demanda judicial en contra de la máxima autoridad de la Compañía de Jesús en Bolivia. En conferencia de prensa, el representante de los exalumnos aduce que han pasado cinco meses desde que se inició el proceso por abusos sexuales en contra de sacerdotes jesuitas sin que todavía haya resultados. “Los pederastas se acogen a la reserva para no declarar a la prensa (…) Este es un impulso procesal para que (el caso) no se diluya” expresó un exalumno. Luego agregó: “No han actuado, han sido cómplices; han encubierto estas acciones, por lo que deben asumir su responsabilidad”, en referencia a las autoridades de esa congregación. A través de un comunicado oficial, la Compañía de Jesús “rechaza enfáticamente atribución de responsabilidad que pretende afectar a la institución”. En un documento de ocho puntos, la congregación reafirma su compromiso con las víctimas de abuso sexual ocurridas en sus obras, y manifiesta que, desde hace varios años han asumido “responsabilidad institucional para evitar cualquier tipo de violencia y abuso sexual, trabajando en la elaboración de políticas y protocolos de prevención y asegurando la vigencia de espacios sanos y seguros en todas las obras a su cargo”. Añaden que brindan apoyo psicológico y terapéutico a las víctimas de abusos. Además, destacan que han actuado con transparencia y que han impulsado la presentación de cinco denuncias formales ante el Ministerio Público, de las cuales tres son en contra de jesuitas y las restantes contra otros sacerdotes que no pertenecen a esa congregación. Sobre las investigaciones que lleva adelante el Ministerio Público, el comunicado afirma que la Compañía de Jesús ha presentado toda la información y documentación que le fue requerida, pese a que, en algunas circunstancias considera que hubo excesos, como cuando hubo cuatro allanamientos efectuados en un solo día. El comunicado relieva que los delitos son personalísimos, por lo que si algún jesuita cometió alguno, es de su responsabilidad, el hecho deberá ser investigado, juzgado y sancionado, y que la Compañía de Jesús “será la primera en propiciar que las posibles sanciones que merezcan, sean aplicadas sin ningún tipo de privilegio”. Fuente: El Deber

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Ex Alumnos del Colegio Juan XXIII exigen celeridad en investigación del caso de pederastia cometida por jesuitas

La Asociación de Alumnos Antiguos del Colegio Juan XXIII exigió este martes celeridad en las investigaciones del caso de pederastia cometida por sacerdotes de la Iglesia Católica y anuncian que acudirán a instancias internacionales para que las víctimas tengan justicia. “No vamos a permitir que se evada la justicia, queremos justicia, queremos reparación de los hechos, queremos que estos hechos no se repitan por el bien y la salud del pueblo de Bolivia, por lo tanto, vamos a luchar en el marco local, nacional e internacional”, enfatizó el abogado de los exalumnos, José Luis Gareca. Señaló que, se presume que son más de 400 víctimas de los religiosos y día que pasa hay más información sobre estos casos y no se puede guardar “un silencio cómplice”. “No queremos defenestrar a institución alguna, pero lamentablemente en la medida que hemos ido viendo hemos quedado decepcionados como ‘Juanchos’ y por eso hemos establecido que, víctimas somos todos, los estudiantes, nuestros padres que han confiado a sus hijos para que mejoren su enseñanza, no para que sean violados”, dijo. Tras la publicación del reportaje del Cura Pederasta del periódico El País de España, sobre el abuso sexual de al menos 85 niños y adolescentes en Bolivia por el jesuita Alfonso Pedrajas “Pica”, se conocieron nuevos casos cometidos por clérigos de la Iglesia Católica. Son los casos de Luis María Roma, que también dejó un diario donde relata el abuso sexual a niñas en Charagua, Santa Cruz; además, que filmaba a sus víctimas; Jorge Vila Despujol que cometió sus delitos en Tacata, Cochabamba; Antonio Gausett Capdevilla “Tuco”, abusó de niños indígenas en Yamparáez, Chuquisaca; y Luis To, quien fue enviado a Bolivia pese a que tenía una condena de pederastia en España. Entre 1976 y 2000, por el Juan XXIII de Cochabamba pasaron los curas Alfonso Pedrajas, Francesc Peris, Carlos Villamil “Vico”, Francisco Pifarré que cometieron pederastia. Los casos de pederastia eran de conocimiento de sus superiores y jerarcas de la Compañía de Jesús. Los pasados días, la Asociación de Alumnos solicitó a la comisión para la investigación de los casos de pederastia del Senado, que investigue los casos de siete sacerdotes y concentre sus esfuerzos en “perpetradores, encubridores y cómplices vivos”. Fuente: ABI

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Compañía de Jesús formaliza denuncia en la Policía para que se investigue el caso Pedrajas

La Compañía de Jesús formalizó este miércoles la denuncia ante la Policía para que se investiguen los abusos que cometió el sacerdote fallecido Alfonso Pedrajas contra menores en Bolivia, durante sus años de servicio, y se identifiquen a los posibles encubridores o cómplices de esos delitos. «Conforme hemos anunciado, además del compromiso anunciado frente a la población y a las autoridades gubernamentales, vamos a formalizar hoy la denuncia. El padre Bernardo Mercado va a firmar la denuncia para que se investigue a cargo del Ministerio Público y la Policía», informó Audalia Zurita, abogada de la Compañía de Jesús. La denuncia fue presentada en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia y los principales investigados serán ocho sacerdotes que ejercieron el cargo de provinciales durante los años de servicio de Pedrajas y posterior a su muerte. «No existe ningún involucrado específicamente identificado. La publicación que hace el periódico El País refiere que se habría denunciado esto en el pasado y obviamente en el pasado tuvo que llegar a los provinciales de ese entonces o los posteriores. Por eso, de forma preventiva, se ha suspendido a los exprovinciales vivos en la gestión del padre Pedrajas y los posteriores a su fallecimiento», explicó Zurita. El domingo pasado se conoció, por una publicación del diario español El País, que el sacerdote español Pedrajas dejó documentado en un diario los abusos sexuales que cometió contra al menos 85 niños y adolescentes bolivianos durante sus años de servicio. El español Pedrajas, conocido como «Pica», confesó en su diario que abusó de decenas de niños y adolescentes mientras fue profesor de varios colegios de América Latina, especialmente en uno de Cochabamba (Bolivia). El sacerdote falleció en 2009 y los abusos contra alumnos lo habría cometido entre 1972 y 1987. El diario español El País tuvo acceso a la memoria del cura que tiene más de 300 páginas y reveló el domingo la historia de horror. Se indicó que en Bolivia serían unas 85 las víctimas, aunque exalumnos del colegio Juan XXIII no descartaron que sean más. Mercado informó que hasta ahora ya fueron suspendidos ocho provinciales de sus funciones pastorales, para que sean sometidos a una investigación. De ellos cinco corresponden a la época en la que Pedrajas estaba vivo y tres después de su muerte. El sacerdote señaló que algunos de los provinciales suspendidos son extranjeros, pero se nacionalizaron como bolivianos, por lo que tendrían que estar en el país. Fuente: Los Tiempos

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Unos siete superiores y una decena de clérigos sabían de las violaciones del jesuita español Pica

 “No puedo decir absolutamente nada. Lo siento mucho”, respondió el jesuita catalán Marcos Recolons al periodista Julio Núñez, de El País de España, sobre las violaciones que cometió a al menos 85 niños el jesuita español ya fallecido Alfonso Pedrajas, Pica, durante su estadía en Bolivia que se prolongó por 17 años. Recolons, fue, en palabras de Pedrajas, un “amigo” al que “le contó todo”. Así lo detalla Núñez en su artículo “Diario de un cura pederasta: ‘Hice daño a demasiados’”, publicado el 30 de mayo y elaborado a partir de las memorias que dejó el jesuita español y de testimonios de cinco de las víctimas de los abusos que se cometieron, la mayoría, en el colegio Juan XXIII de Cochabamba. “En el diario escribe el esquema que siguió para contárselo todo a un amigo, el jesuita catalán Marcos Recolons. Utiliza palabras clave para citar tanto los delitos de pederastia como su homosexualidad: “Represión religiosa”, “F. sin consentimiento”, “no veía consecuencias de todo aquello”, “casos aislados”, “gran interrogante: ¿pecado?”. Núñez refiere en su artículo que se contactó con Recolons para que dé su versión. La llamada la hizo mientras el jesuita catalán preparaba un viaje por las comunidades indígenas del río Sécure. “Su relación con el jesuita, se ha limitado a decir, era la de un acompañante espiritual. Todas las conversaciones que tuvieron, defiende (Recolons), están bajo secreto de confesión: ‘No puedo decir absolutamente nada. Lo siento mucho’”, cita la publicación. Al igual que Recolons, otros superiores y clérigos conocían de las violaciones a infantes que cometió el jesuita Pedrajas. El País cita al sacerdote José Arroyo (+), al psicólogo salesiano Ángel Tomás García (+), al jesuita Luis Tó, al provincial Ramón Alix y al teólogo Óscar Uzín (+). El diario español refiere que Pica viajó a España en 1978 para la tercera probación de sus votos, etapa final de la formación de un jesuita. Allí, en un centro de la compañía en Alcalá de Henares, habló sobre los abusos sexuales con su instructor, el sacerdote ya fallecido José Arroyo, el mismo que unos años antes también dirigió para ese mismo examen a Jorge Bergoglio, actual papa Francisco. En el diario – señala Núñez – no hay constancia de cómo fueron esas conversaciones que ambos mantuvieron, pero Pica sí escribe las opiniones del instructor al respecto, en las que despoja las agresiones de la dimensión moral, y también sus recomendaciones. No debe nombrarlo en las confesiones y no considera que tenga que abandonar la docencia. En ningún momento le aconseja que deje de agredir a los menores. Algunas de las anotaciones sobre esto son: “No sentirme pecador arrepentido”, “en el futuro no pasará nada”, “(son) casos aislados”. Durante la última etapa al frente del colegio, entre 1984 y 1989, Pica cuenta que confesó a otros sacerdotes este “pecado”. Junto a estas anotaciones, incluía valoraciones de sus superiores ante un posible ascenso como provincial. Todos destacaban su entrega a los pobres, pero también varios defectos: “Es manipulador” y tiene “ciertas filias y fobias (no del todo dominadas)”. Ninguno cita que abusa de menores. El jesuita pasó la primavera de 1997 en Valencia y aprovechó para verse en varias ocasiones con un psicólogo, el salesiano Ángel Tomás García, al que le contó todo. En sus memorias hace anotaciones de su informe psicológico, de las consecuencias que Tomás le advierte que habrá si sigue abusando de menores y de las estrategias que tenía que poner en marcha para evitarlo: “Ver dignidad de esos indefensos. Algún día se sentirán utilizados, manipulados”, “cortar radicalmente”, “evitar complejo y sentimiento de culpa”. (Tomás falleció en 2007, en la comunidad de San Antonio Abad de Valencia. No hay constancia de si denunció al jesuita pederasta ante la policía, como le obliga el código penal. Este religioso, además de crear un gabinete de orientación psicopedagógica en varios centros salesianos valencianos, fue superior de la orden entre 2000 y 2006). En 1999 aparece en su diario el jesuita Luis Tó. Otro sindicado de ser pederasta, que fue trasladado por la orden desde España, una historia que este diario destapó en 2019. Luis Tó formaba parte del claustro del colegio San Ignacio de Barcelona. A comienzos de los noventa, la Audiencia Provincial de Barcelona le condenó a dos años de cárcel por abusos. Sin antecedentes, no pisó la cárcel y la orden lo trasladó a Bolivia. Era 1992. Pica da a conocer en sus memorias que ambos se conocían. En la ciudad de Copacabana, en 1999, escribe que solo Luis Tó le dio la enhorabuena por un libro que acababa de publicar durante la presentación del volumen ante la comunidad religiosa. Lo cita varias veces más, y aunque nunca anota nada sobre su pasado como pederasta, deja entrever que la mayoría de los jesuitas de Bolivia no están cómodos con su presencia. En otro pasaje de su diario, el jesuita cuenta que recurrió a superiores y amigos dentro de la Iglesia. A su provincial, Ramón Alix, le reconoce que necesita “ser acogido” y le admite: “Esta necesidad de ser amado me llevó años atrás a buscar cariño donde no era conveniente. Ahora me queda, como resaca, un problema intermitente…”. El 3 de febrero de 2008 deja evidencia de las conversaciones con Alix: “Otra reunión-homenaje que estaba planificada en La Paz anteriormente la suspendimos a última hora. Alguien había insistido en la vieja denuncia a Ramón (Alaix, su provincial). Ramón se asustó. Incluso habló de enviarme a España. Lo frené como pude y hasta ahora no me ha dicho nada de lo que se comprometió: hablar con el interesado de nuevo y pedirle perdón». En la lista de personas a las que recurrió se encuentra Óscar Uzín, un prestigioso teólogo ya fallecido. Pica se sentía cómodo con él. Lo describe como un clérigo, con “una vida gay plena”, y que “ha dejado de creer en Dios”. Uzín le trata bien y no le juzga. Solo le aconseja, “sin escandalizarse”, que no abuse de menores. Ese era el común de sus recomendaciones

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