El expresidente Evo Morales comparó la masacre ocurrida en Perú, como calificó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con las ocurridas en Sacaba y Senkata en 2019 en Bolivia.
“El informe de la @CIDH acerca de la represión de la Policía y FFAA contra nuestros hermanos indígenas en #Perú confirma ‘masacre’, ‘ejecuciones extrajudiciales’ (tal y como ocurrió en #Bolivia con el golpe de Añez), graves violaciones de Derechos Humanos y estigmatización racista”, escribió el exmandatario en Twitter.
En un informe de la CIDH, al que accedió La Razón el 2 de mayo, el organismo presumió que hubo masacre y ejecuciones extrajudiciales; eso en varios casos de muerte de 57 personas en las manifestaciones posteriores a la sucesión presidencial de Dina Boluarte en Perú.
Fueron “hechos que, al ser perpetrados por agentes del Estado, podrían constituir ejecuciones extrajudiciales; extremos que deben ser investigados por fiscalías especializadas”, dice parte del documento.
El presidente Pedro Castillo quedó destituido de sus funciones el 7 de diciembre de 2022; había decidido cerrar algunos órganos de Estado y disolver el Congreso. Poco después, los miembros del Congreso peruano nombraron a la entonces vicepresidenta Dina Boluarte en ese cargo.
Eso derivó en protestas sociales que se replicaron en varias regiones; alcanzaron tal punto que el Gobierno de Boluarte usó a las Fuerzas Armadas y la Policía para que intervengan.
Si bien el informe de la CIDH señala que hubo 57 muertes, medios locales informaron que las protestas dejaron más de 70 decesos, la mayoría a bala.
“Hubo un uso desproporcionado, indiscriminado y letal de la fuerza y las personas que murieron o resultaron heridas tenían lesiones en la parte superior del cuerpo por impactos de armas de fuego”, agregó Morales.