Al conocer sobre los casos de pederastia perpetrado por el padre Alfonso Pedrajas más conocido como “Pica”, los jesuitas justificaban el hecho como una debilidad física y le recomendaban “rezar mucho”.
“Nada justifica a un violador y pederasta, nada. Aún así, hay muchas lecturas interesantes dentro de esta historia que deben ser denunciadas”, indica el mensaje del sobrino de Pica, Fernando Pedrajas, quien envió el 14 de agosto de 2022 al directorio del Colegio y también al directorio de los exalumnos, ya que halló el diario de su tío donde descubrió los relatos sobre las violaciones a al menos 89 niños, adolescentes y seminaristas.
Una de esas lecturas, indica el mensaje al cual tuvo acceso Página Siete, es que “sus compañeros Jesuitas, a los que confiesa sus abusos en varias ocasiones, lejos de apartarlo y darle la ayuda adecuada, justifican sus actos como una debilidad física, no moral. El único consejo que recibe para superar su debilidad es rezar mucho…”.
Pica nació en Valencia, España. Luego en 1961 se trasladó a Bolivia donde concluyó sus estudios de teología y obtuvo su residencia permanente. En el país fue docente de novicios en el seminario, pasó por La Paz, Oruro, pero estuvo más tiempo en el municipio cochabambino de Villa Granado, donde dirigió el colegio Juan XXIII. A fines de 2009, falleció.
Aunque para muchos el nombre de Pica ya estaba hasta olvidado, el pasado domingo se armó un revuelo en Bolivia porque el diario español El País publicó una nota en la que se revelaba sobre la aparición del diario del sacerdote donde confesaba las horribles agresiones que hizo.
Ya en agosto del año pasado, el sobrino de Pica envió un mensaje al directorio del Colegio y al directorio de los exestudiantes en el que relata cómo encontró el diario de su tío, sobre sus víctimas y solicitó que se investigue.
Página Siete