El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, denunció este lunes que paramilitares intentaron ejecutar un magnicidio en contra del presidente Luis Arce, días antes de las elecciones generales de 2020. Señaló como responsable al exministro de Defensa del gobierno de facto, Fernando López Julio.
“En Bolivia hubo un intento de magnicidio y de atentar contra la vida de nuestro presidente, no es coincidencia que quien ahora está detenido en Haití por haber participado en el asesinato de su presidente (Jovenel Moïse), haya estado en el país días previos y posteriores a las elecciones. Tampoco es coincidencia que López Julio y Luis Fernando Camacho hayan tenido contactos constantes con este tipo de grupos irregulares y paramilitares”, señaló.
De acuerdo a Del Castillo, López Julio contactó con empresas terciarias de sicarios y paramilitares para realizar acciones violentas en el país. El Gobierno accedió a audios, modelos de contratos y correos electrónicos interceptados en el plan de desestabilización.
«Hemos demostrado que existió un plan, primero, con la búsqueda y el contrato de paramilitares estadounidenses mediante el señor J.E.P., bajo un nombre falso, para matar al Presidente, y, segundo con paramilitares colombianos que asesinaron al presidente de Haití (Jovenel Moïse)”, señaló.
Una investigación de la revista The Intercept, de EEUU, reveló este año que Bolivia estuvo al borde de un nuevo golpe de Estado y una invasión armada de mercenarios estadounidenses tras la victoria electoral de Arce en octubre de 2020.
“No les vamos a permitir que una vez más roben la democracia al pueblo y que busquen contratar paramilitares y sicarios extranjeros para asesinar bolivianos y bolivianas”, sentenció la autoridad.