Biden renuncia a su candidatura presidencial y apoya a Kamala Harris

Joe Biden renunció este domingo a la carrera por su reelección en las presidenciales de noviembre en Estados Unidos, y respaldó a la vicepresidenta Kamala Harris como nueva candidata del Partido Demócrata, después de semanas de especulaciones sobre la capacidad física y agilidad mental del octogenario mandatario.

«Aunque mi intención ha sido buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me centre únicamente en cumplir con mis obligaciones como presidente durante el resto de mi mandato», dijo Biden en una carta en la red social X mientras se recupera del covid en su casa de playa en Delaware (noreste).

Biden prevé dirigirse a la nación «esta semana con más detalles» sobre su decisión.

Biden anunció además que apoya como candidata de su partido a Kamala Harris, la primera vicepresidenta mujer, afroestadounidense y de origen surasiático de la historia de Estados Unidos.

«Hoy deseo ofrecer mi total apoyo y respaldo a Kamala para que sea la nominada de nuestro partido este año», dijo Biden en X. «Demócratas: es hora de unirnos y vencer a Trump. Hagámoslo».

El candidato republicano Donald Trump reaccionó rápidamente. «El corrupto Joe Biden no era apto para postularse como presidente, y ciertamente no es apto para servir — ¡Y nunca lo fue!», publicó en su red Truth Social.

Biden debe dimitir como presidente de Estados Unidos «inmediatamente», afirmó de su lado el domingo el líder republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.

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HISTÓRICO

El demócrata de 81 años engrosa así el club muy restringido de presidentes estadounidenses salientes que tiraron la toalla en su intento por conseguir un segundo mandato.

Pero es el primero en hacerlo a estas alturas de la campaña. Y el único que tuvo que darse por vencido por las dudas sobre su agudeza mental, a raíz de un debate calamitoso con su rival republicano Donald Trump.

El anuncio se esperaba, por mucho que su equipo de campaña y él mismo se empeñaran en afirmar que llegaría hasta el final.

Con todo da un vuelco a una campaña que ya ha experimentado muchas idas y venidas, sobre todo un intento de asesinato contra Donald Trump el 13 de julio durante un mitin.

Ahora el Partido Demócrata tendrá que encontrar a un sustituto o sustituta, cuando faltan pocos días para la convención prevista en Chicago (norte) a partir del 19 de agosto.

Harris es una elección natural, pero no automática. La última palabra la tienen los delegados del partido: 3.900 personas con perfiles muy variados y en su mayor parte completamente desconocidos para la opinión pública.

CAÍDO EN DESGRACIA

Fue el desastroso desempeño de Joe Biden durante su debate del 27 de junio con Donald Trump lo que precipitó los acontecimientos.

Ese día, desde los primeros segundos de la batalla verbal que él mismo había convocado, decenas de millones de telespectadores vieron a un Biden titubeante, confuso, una imagen que dejó a los demócratas consternados y desorientados.

Estaba resfriado y tosía con frecuencia. Su voz era apagada, se trababa al hablar y dejaba las frases inacabadas.

Un espectáculo doloroso que sacó a la luz las dudas sobre su edad, que su entorno más cercano se había esforzado en sofocar.

Tan pronto como terminó, la pregunta era inevitable: ¿quién sería el primero en pedirle que pasara el testigo?

El nerviosismo se contagió. Algunos congresistas demócratas se lo pidieron públicamente.

Con el paso de los días se fueron sumando pesos pesados del partido.

Uno tras otro, asustados por las encuestas que lo daban como perdedor y por miedo a una victoria abrumadora del republicano Donald Trump, le dieron la espalda. Al comienzo en privado, sugiriéndole que reconsiderara su candidatura.

Los medios de comunicación estadounidenses, citando fuentes anónimas, afirmaron que el expresidente Barack Obama, la exjefa de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y los líderes demócratas en el Congreso Chuck Schumer y Hakeem Jeffries expresaron su preocupación.

Y las imágenes de Joe Biden dando positivo por covid-19, bajando con dificultades la pasarela de su avión, no hicieron más que amplificar el nerviosismo de su bando.

Entretanto Donald Trump, que milagrosamente sobrevivió a un intento de asesinato, parece disfrutar de un estado de gracia, con victorias legales y la consagración en la convención del Partido Republicano.

La Razón

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