Ante las recientes informaciones acerca de un supuesto desabastecimiento de ciertos medicamentos en algunos centros de salud pública, la Cámara de la Industria Farmacéutica Bolivia (Cifabol), informó que, hasta el momento, no recibió una notificación oficial sobre esta situación por parte de las autoridades nacionales. Eso sí, el sector señaló que continuarán la provisión de medicinas hasta que la situación así lo permita, porque persiste la escasez de dólares en el país.
Bolivia, desde el 2023 sufre por la falta de esta moneda extranjera. La situación empeoró durante el primer trimestre de este año, lo que encendió las alertas en el Gobierno que, junto con el empresariado privado, coordinó un paquete de 10 medidas para superar esta situación.
En su comunicado, Cifabol sostiene que el sector sigue “enfrentando una delicada coyuntura por las limitantes en el acceso a divisas extranjeras para pagos a proveedores en el exterior”.
En esa línea, la organización empresarial sostuvo que sus asociados “se encuentran desplegando sus mayores esfuerzos por atender a los diversos requerimientos de medicamentos y dispositivos médicos que efectúan los establecimientos farmacéuticos públicos y privados, en los tiempos y cantidades en los que los requieren”.
Así también indicó que no recibió “ninguna información oficial del Gobierno Nacional sobre la mencionada escasez”.
“Continuaremos con los procesos productivos y de abastecimientos de medicamentos en la medida en que las circunstancias así lo permitan, esperando la colaboración del Gobierno nacional para superar las mismas y así continuar cumpliendo el compromiso que tenemos con nuestro país”, sostuvo Cifabol.
¿Por qué falta los dólares?
La falta de dólares, según la explicación dada por el Gobierno, obedece a la reducción de la Reservas Internacionales Netas (RIN) que son administradas por el Banco Central de Bolivia (BCB) entidad que es responsable de distribuir la moneda a las entidades financieras que operan formalmente en el país.
La reducción se da por el gasto que realiza el Estado en la subvención e importación de combustibles. Desde 2004 Bolivia subsidia el consumo de la gasolina y diésel en el país.
El Deber